Gestión sanitaria: Aportar calidad al sector sanitario

En la actualidad, los administradores sanitarios se encuentran a la vanguardia de un campo exigente y transformador en el cual la búsqueda de la excelencia en el cuidado de pacientes no es negociable. En un sector sanitario que afronta normativas cambiantes, costos crecientes y un énfasis cada vez mayor en los resultados clínicos, la necesidad de una gestión eficaz de la calidad en las organizaciones sanitarias nunca ha sido tan importante.

Una atención de calidad para todos promueve la igualdad de oportunidades para gozar de buena salud, independientemente de la situación socioeconómica. Este artículo explora los enormes obstáculos y desafíos que afrontan a diario los administradores sanitarios, destacando el papel indispensable de la gestión de la calidad para abordar estas cuestiones y garantizar los máximos niveles de prestación asistencial.

ISO 7101 es la primera norma de sistemas de gestión de la calidad en organizaciones sanitarias. Indica los requisitos para un planteamiento sistemático de sistemas sanitarios sostenibles y de alta calidad.

Índice

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Los seis mayores desafíos de la gestión sanitaria

La industria médica afronta actualmente toda una serie de desafíos complejos que ponen a prueba la gestión de la asistencia sanitaria y la calidad asistencial para los pacientes.

Estos son los seis principales desafíos a la hora de prestar una asistencia sanitaria de calidad:

1. Aumento de los costos sanitarios: Los costos cada vez mayores de la asistencia sanitaria son un desafío persistente. Equilibrar la necesidad de una atención de calidad con la contención de costos es una lucha constante para los administradores sanitarios, que deben hallar la forma de utilizar eficazmente los recursos para poder ofrecer un servicio de alta calidad. La tarea no es nada fácil, especialmente porque los costos del tratamiento y la tecnología aumentan continuamente.

2. Cumplimiento de la normativa: Mantenerse al día con una compleja red de normativas sanitarias en los ámbitos regional, nacional y local puede ser una tarea abrumadora. El cumplimiento normativo es fundamental para evitar sanciones, pero también para garantizar unas prácticas éticas.

3. Satisfacción de los pacientes: Un alto grado de satisfacción de los pacientes suele ser indicativo de la calidad de los servicios sanitarios. Los pacientes satisfechos son los que más probablemente habrán recibido un tratamiento adecuado y eficaz, lo que se traduce en resultados clínicos positivos. Asimismo, las disparidades en el acceso a los servicios sanitarios en función de la geografía, los ingresos y las coberturas de seguro continúan siendo un problema importante.

4. Escasez de mano de obra: Los sistemas sanitarios luchan por contratar y retener personal en un mercado laboral cada vez más competitivo. Los trabajadores sanitarios también están cada vez más preocupados por su seguridad personal, que es una prioridad absoluta para que sigan trabajando en el sector. Los principales factores de estrés laboral son el comportamiento errático de los pacientes y visitantes y los problemas de salud mental, especialmente los efectos del agotamiento.

5. Adopción de tecnologías: Los administradores sanitarios deben gestionar la adopción y el uso de las nuevas tecnologías sanitarias en su organización. A medida que los dispositivos médicos y los procedimientos de alta tecnología continúan evolucionando, garantizar la interoperabilidad, la seguridad de los datos y la facilidad de uso se convierte en un desafío constante. La sanidad digital está experimentando una transformación apasionante impulsada por los recientes avances en inteligencia artificial. Otros avances tecnológicos son la tecnología láser, utilizada en todo tipo de aplicaciones, desde la cirugía ocular hasta la creación de nuevos equipos y prótesis odontológicas, y la fotónica, presente en diversas prácticas médicas, como el diagnóstico no invasivo, la imagenología avanzada y las terapias.

6. Cambios demográficos: A medida que la generación del baby boom envejece, debe hacer frente a los desafíos del envejecimiento, lo que aumenta la presión sobre el sector sanitario. Los pacientes más mayores tienen necesidades sanitarias específicas, como los cuidados paliativos y la gestión de las enfermedades crónicas. Los servicios sanitarios deben invertir en servicios de atención geriátrica y telemedicina para garantizar que sus pacientes más mayores tengan acceso a una atención de calidad.

Soluciones para una atención sanitaria de calidad

Superar los desafíos de la gestión sanitaria requiere un planteamiento proactivo y una planificación estratégica. La norma ISO 7101 sobre gestión de organizaciones sanitarias desempeñará un papel fundamental en la definición de servicios y sistemas sanitarios de calidad.

Esta norma de referencia ayuda a las organizaciones a navegar por las complejidades de la atención sanitaria, desde la escasez de recursos y el envejecimiento de la población hasta desafíos como las pandemias mundiales. Hace hincapié en la necesidad de una asistencia oportuna, segura y centrada en las personas y destaca la urgencia de adaptarse debido al auge de la asistencia sanitaria virtual y los avances tecnológicos. Su flexibilidad garantiza su aplicación en diversos proveedores sanitarios, desde pequeñas clínicas hasta grandes hospitales.

Mediante su compromiso con una atención segura y de alta calidad, la norma ISO 7101 contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Garantiza que los recursos se utilizan de forma eficiente, mejora el acceso a la asistencia sanitaria y promueve la transparencia y la responsabilidad en los sistemas sanitarios, todos ellos principios fundamentales en los que se basan los ODS. En esencia, la gestión de la calidad sanitaria en las organizaciones sanitarias se ajusta a la misión más amplia de los ODS de crear una sociedad mundial más sostenible, equitativa y saludable.

Colaboración global en pro de la sanidad

La visión de la sanidad y la asistencia sanitaria es ambiciosa, pero alcanzable. La colaboración global en la industria médica será crucial para permitir la movilización colectiva de los conocimientos, recursos y experiencia necesarios para afrontar desafíos sanitarios complejos y transnacionales. Los desafíos a corto plazo, como el deterioro de la salud mental, la escasez de personal, los problemas de la cadena de suministro, el clima y la inestabilidad macroeconómica, deben abordarse en el contexto de la visión a más largo plazo.

En un mundo que está cada vez más interconectado, es importante garantizar que las partes interesadas, las industrias, los países y los sectores se esfuercen para alcanzar objetivos comunes en materia de sanidad y asistencia sanitaria y trabajen en codo con codo para lograrlo. La norma ISO 7101 es el primer paso para garantizar una industria sanitaria viable para todo el mundo.